miércoles, 12 de marzo de 2014

Tony Weeks y el por qué frenó Álvarez - Angulo


El referí estadounidense Tony Weeks fue el centro de todas las miradas una vez que dictaminó el knockout técnico de Saúl Álvarez sobre Alfredo Angulo, en el décimo round del combate del pasado sábado.
El "Perro" criticó su decisión, dijo que siempre ha hecho un buen trabajo, pero que en esta oportunidad se había equivocado.



Lo cierto es que el mismo entrenador de Angulo, Virgil Hunter, reconoció que en el rincón del "Perro", en el descanso del noveno round, optaron por "darle una vida más" en el décimo, pero que en caso de recibir tres golpes de manera consecutiva pararían la pelea. Weeks, tras un estruendoso uppercut izquierdo de Canelo, entendió que el castigo que sufría Angulo debía cesar, que ya había sido demasiado para ese rostro que iba adquiriendo hinchazón ante los incesantes golpes.

En entrevista con The Ring, Tony Weeks dio su versión de los hechos:

"La gente debe entender que cuando se tiene una pelea de este tipo, en la que un boxeador está recibiendo demasiados golpes, no es un deber el esperar a que el boxeador esté noqueado para intervenir. En cada golpe hay un riesgo que nosotros no vemos. Como referís es nuestra obligación entender que un peleador no tiene que llegar a los extremos para detener una pelea. Conocemos las reglas y regulaciones a seguir. Los aficionados y el público en general basan sus decisiones en emociones y sentimientos, nosotros lo hacemos basados en las reglas de boxeo".

Para dejar en claro que no fue una decisión improvisada, sino producto de un análisis global del combate, el árbitro agregó:

"En el cuarto round, yo fui a la esquina de Angulo y le comenté al Sr. Virgil Hunter y a Angulo que él estaba recibiendo golpes muy fuertes y yo no lo permitiría. Virgil me contestó que Angulo boxeaba lento al principio y como eran los primeros rounds lo dejé pasar. Periódicamente, continué comunicándole a su esquina que Angulo estaba recibiendo demasiados golpes y que si continuaba así pararía la pelea. Al final del noveno round volví con la esquina de Angulo y me dijeron que le darían a Angulo otra oportunidad en el décimo round y que si no se veía bien él mismo pararía la pelea. Después, el doctor me sugirió que si Angulo volvía a recibir otro golpe fuerte era mejor para la pelea. La gente malinterpreta que yo detuve el encuentro sólo por un golpe, pero mi decisión fue basada en lo que vi durante los diez rounds. No me arrepiento de mi decisión, nosotros tenemos la obligación de proteger a los boxeadores. Entiendo que Angulo esté molesto, pero yo tengo que hacer mi trabajo".

Esta fue la explicación de Weeks. Como ya se comentó en anteriores publicaciones, Angulo dependía de un milagro para hacerse de la pelea. ¿Podría haber seguido peleando? Yo creo que sí. A mi entender, hubiesen llegado a las tarjetas y el colorado de Jalisco iba a recibir el fallo favorable a su favor. En todo caso, debemos darle la derecha al referí, que está palmo a palmo con los púgiles y facultado para evaluar en base a lo que ve si vale la pena o no seguir recibiendo golpes como un costal de papas (máxime cuando el mismo entrenador veía que la pelea ya no era tal). Detenerse en esta decisión sería un error para sus fans y para el mismo Angulo. La historia estaba sellada.

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