El último sábado, dos nombres se subieron a lo más alto al conquistar los títulos mundiales ligero y supermediano de la Organización Mundial de Boxeo. Son Terence Crawford y Arthur Abraham, que vencieron a Ricky Burns y Robert Stieglitz, respectivamente, y se proclamaron nuevos campeones.
Crawford se impuso con autoridad a Burns en Glasgow (Escocia) y triunfó por decisión unánime. El estadounidense, que buscó pero no logró el knockout en los últimos rounds, conserva su invicto profesional (23-0, 16 KO).
Abraham tuvo que derrotar a su ya clásico rival para reconquistar el cinturón que había estado en su poder entre agosto de 2012 y marzo de 2013. Precisamente, fue en el primer enfrentamiento con Stieglitz que 'Rey Arturo' se había hecho del título. En el segundo duelo con el alemán, hace menos de un año, lo perdió. Ésta, la tercera vez que se vieron las caras, fue la más reñida de todas. El combate se completó por primera vez y las tarjetas dieron ganador al boxeador armenio por fallo dividido.
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