Si hay un combate en el registro de Marcos Maidana que nos muestra de qué madera está forjado su roble corazón es el que protagonizó ante Víctor Ortiz en junio de 2009.
Víctor "The Vicious" Ortiz era, en aquellos días, "el niño mimado" de Óscar de La Hoya. La carrera del boxeador estadounidense con raíces mexicanas estaba en franco ascenso, y Marcos "El Chino" Maidana parecía ser tan solo una nueva barrera a sortear. La cita tuvo lugar en California, EEUU. El premio para el vencedor: el título interino vacante Superligero de la AMB.
Maidana venía de sufrir su primer tropezón deportivo al caer ante el ucraniano Andreas Kotelnik (campeón Superligero del AMB). El mismo "Chino" confesó ante los micrófonos de TyC Sports (en una edición compilatoria de su carrera previa al choque con Broner), y ante los de All Access (en las presentaciones que publicitaban dicha contienda), que lo llevaron "para perder". Entiéndase: Marcos Maidana se jugaba el porvenir de su carrera internacional en un combate por el título, en su primera vez en los Estados Unidos, y en la que estaba predestinada a ser una victoria más del joven Ortiz.
Como era de esperar, el favorito salió con los motores encendidos e hizo sentir el rigor al argentino enviándolo a la lona luego de un veloz y casi imperceptible gancho derecho. Cuando la historia parecía comenzar a sentenciarse a favor de Ortiz, Marcos Maidana, apenas levantado tras su caída, conectó una derecha exterminadora en el rostro desprotegido de Ortiz. Resultado: muñeco a la lona. El segundo round fue de supervivencia. Maidana comprobó la comodidad del suelo del cuadrilátero en dos oportunidades, salvándose de una tercera, por obra y gracia de la campanada que dictó el final de esa segunda dramática vuelta.
A partir de allí, los simpatizantes de Ortiz podrían haber comenzado el ritual de descorchar el champagne, pero el argentino les iba a demostrar que, ni aún derrotado, bajaría los brazos. Comenzó con intentos de emparejar el combate, yendo al frente con su garra característica. Vale aclarar que el boxeo del Chino era menos técnico. El jab izquierdo parecía desconocido en su repertorio y los intentos por conectar derechas demoledoras eran a veces inoportunos y repetidos. Pero así y todo, Maidana buscó en su ley cambiar los cimientos de la pelea. Y vaya si lo lograría.
En el quinto round, Maidana le dejó el tatuaje de su guante izquierdo al arco supercilar derecho del estadounidense. Devastador gancho que hirió a Ortiz. La sangre habrá motivado al Chino, porque antes de que finalizara el round, conectó dos derechas que hubieran hecho tambalear a un elefante. Ortiz increíblemente no cayó, pero estoy seguro que en el descanso, en su rincón, no sabía diferenciar si estaba sentado en la esquina de un ring o en un zamba de un parque de diversiones.
El sexto round poco tuvo de sorpresivo. Maidana apretó el acelerador, conocedor del estado de "The Vicious", y culminó una conmovedora remontada enviando a la lona al que en las apuestas era favorito. El árbitro dijo "no va más" y la victoria se dictaminó por knockout técnico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario