Danny García pondrá en disputa una vez más sus títulos mundiales CMB y AMB de la categoría superligero. El campeón estadounidense enfrentará a Mauricio Herrera el próximo sábado en la ciudad donde nació su madre, Bayamón (Puerto Rico). Será la quinta vez que Swift defienda los palmarés.
A veces, a los boxeadores que ostentan un título, se les reclama combates contra rivales dignos: duros, fuertes, jóvenes, con su carrera en alza. Danny García, sin dudas, es un campeón al que no se le puede reprochar nada. Amir Khan, Erik Morales, Zab Judah, Lucas Matthysse. Las defensas que brindó Swift, dueño de los títulos superligero del CMB y la AMB, fueron más que atractivas.
Quizás es por eso que, a modo de premio, tras las dos últimas guerras que libró arriba de un cuadrilátero, el contrincante elegido para una nueva -quinta- disputa de los cinturones es Mauricio Herrera. El retador, de 33 años, tuvo su momento de gloria en enero de 2011 cuando le quitó el invicto al hoy campeón superligero OMB, Ruslan Provodnikov. Sin embargo, su registro (18-3) indica que no gana un combate desde hace casi tres años, que la temporada pasada no peleó ni una vez y que cayó derrotado en sus dos últimas presentaciones, ante Mike Alvarado y Karim Mayfield (ambas por decisión unánime).
García, cuyas virtudes fueron creciendo gradualmente pelea tras pelea desde su debut profesional en 2007, aún no conoce la derrota. Y no será una sorpresa si sigue sin conocerla luego del sábado. El récord del campeón, que la semana próxima cumplirá 26 años de edad, es encomiable: 27 triunfos, 16 por knockout. Danny ha madurado mucho como boxeador desde sus primeros combates, pese a que esos fueron los que tramitó con mayor facilidad y rapidez (ganó por KO siete de sus primeros ocho). Hoy por hoy, el estadounidense tiene un amplio repertorio de golpes, un swing derecho que asusta, movilidad inteligente arriba del ring y velocidad suficiente para esquivar lanzamientos del rival.
Ante Herrera, púgil potente pero lento, Swift podrá hacer gala de todas sus habilidades. Será un duelo entre un boxeador de excelente presente y otro de buen pasado. García, que desde que rubricó los títulos mundiales ha ganado una sana confianza para encarar cada desafío en un cuadrilátero -chapa de campeón-, tendrá otra ventaja: pelear con el público a su favor. En Bayamón, todos querrán que el hijo de puertorriqueños se alce con el triunfo. Las probabilidades de que eso suceda son grandes, pero frente a Danny se parará un contrincante que tiene una motivación particular, no dejar pasar la última gran oportunidad de su carrera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario