En un combate que definitivamente será candidato para el mejor del año, Lucas Matthysse se impuso a John Molina Jr por knockout técnico en el undécimo round y se adjudicó el título continental superligero CMB. The Machine se sobrepuso a un mal arranque, volvió al triunfo tras la derrota ante Danny García en septiembre pasado y le pidió a Swift la revancha en declaraciones post pelea.
Un cruzado derecho de Molina que impactó de lleno durante el asalto inicial y el corte en la ceja izquierda que sufrió Matthysse en la segunda vuelta, misma en la que el argentino tocó la lona, fueron suficientes para que aparezcan varios fantasmas en el StubHub Center de California. Sin rodeos, la Máquina fue a buscar el knockout con su agresividad natural desde el primer momento. El estadounidense, consciente de ello, aplicó una certera estrategia basada en sus ventajas físicas -mayor altura y porte-, que le permitió dominar los tiempos del duelo y llevarse las tarjetas en cuatro de los primeros cinco round.
La reacción de Matthysse llegó en la cuarta vuelta. The Machine mostró en ella señales de vida y anticipó lo que se avecinaba. La paciencia y resistencia de Molina, que se dedicó exclusivamente a contragolpear, empezaron a ceder ante la potencia que descargaban los puños del argentino. La incipiente tendencia favorable a Lucas se acentuó por el cansancio acumulado del Gladiador, que paulatinamente dejó de lado el plan de lucha y comenzó a cometer errores tales como abrir la guardia o no mantener distancia.
Los asaltos seis y siete casi fueron monólogos de Matthysse. Con un Molina menos movedizo y más permeable a los golpes, el chubutense se adueñó del cuadrilátero y transformó su actitud e iniciativa en armas para desgastar y vencer definitivamente la defensa del contrincante. En el octavo round, el estadounidense tocó la lona por primera vez. La Máquina lo volteó tras varios minutos de castigar con jabs y ganchos. El mismo repertorio fue el que contribuyó a que al boxeador de Trelew gane el noveno y vuelva a mandar al suelo al rival en el décimo. Dos knockdown por lado. A esa altura, la emotividad del choque era cabal.
La imagen de dureza extrema que Molina demostró al principio del combate se perdió, la fatiga fue determinante y el undécimo asalto se convirtió en el escenario de un nuevo KO de Matthysse, el número 33 sobre sus -ahora- 35 victorias. La Máquina volvió al sendero del triunfo y lo hizo con una pelea que le mereció el respeto de todo el mundo del boxeo. El título continental de las Américas ahora está en manos del argentino, que incluso apenas consumada tamaña victoria recordó a su último verdugo: "Espero que Danny García me de la revancha, el día que me ganó tuvo mucha suerte". ¿Aceptará Swift?
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