Sobre ciertas posibles injusticias en los superligeros

Dos argentinos que tienen méritos suficientes en la categoría de los superligeros podrían verse perjudicados por intereses que exceden a su capacidad y se apegan a los réditos económicos del Pague Por Ver y a la recaudación de taquillas. El vil metal que opaca a quienes aspiran a levantar un cinturón.

Hoy tuve la oportunidad de leer en algunos portales declaraciones del fanfarrón de Adrien Broner, argumentando que no vería con malos ojos ir a por los títulos mundiales que posee Danny Swift García (AMB y CMB). Por otro lado, también he tenido la chance de toparme con la información de una posible unificación del mencionado Swift ante Lamont Peterson (campeón FIB). Estas noticias que recolecté me han despertado sentimientos de injusticia que trataré de exponer a continuación.

Comienzo por Adrien Broner. No comprendo realmente si las palabras que salieron de su boca son producto del ingenio real de los que están en el teje y maneje de su carrera, o solo es un incoherente parecer suyo respecto a las necesidades de su futuro. Cualquiera sea la solución a la incógnita, creo yo que, si Broner tiene el aval del CMB y la AMB para aspirar a los títulos, constituiría una injusticia irreparable. The Problem se comió una terrible paliza con el Chino, de la que todavía no demostró haberse recuperado. Por más que tras su última presentación, un opacado triunfo, haya dicho que sigue siendo “el problema”, no lo exhibió en el cuadrilátero. Su pasar en los ligeros se remonta a ese único antecedente y al que acontecerá el 6/9 cuando choque contra el pueril Emmanuel Taylor. Recordemos que Adrien aspiró a la corona wélter AMB ante Paul Malignaggi sin siquiera haber combatido una pelea en dicho peso. Si bien ganó, se demostró que había boxeadores mucho mejor posicionados cuando Marcos Maidana le hizo conocer la amistad de sus puños latinos en aquella imborrable noche de diciembre de 2013. Entonces, me pregunto, ¿es justo que Broner combata por un título del mundo cuando ya le escapó a Lucas Matthysse, real competencia y prueba para quien se cree en la posición de ser campeón superligeros? The Machine reúne méritos reales para pelear contra Danny García. Aquel ojo compotado le mermó las chances de combatir de igual a igual con Swift en septiembre del año pasado, pero merece una nueva oportunidad. Y esto toma fuerza cuando vemos el papelón que significó poner a un boxeador como Rod Salka -si bien no estaban los títulos en disputa- en el mismo ring con el campeón.

Por otro lado, Lamont Peterson. La unificación de títulos es siempre bienvenida. Pero, en este caso, estaría en claro perjuicio del boxeador argentino César René Cuenca. El chaqueño, apodado “El Distinto”, cuenta con un invicto de 47 peleas. El por qué no es tan conocido y nunca haya tenido una chance mundialista se explica por la cantidad de KO que acumula. Solo dos triunfos por la vía rápida. Cuenca está ranqueado como 1° en la FIB y 3° en la OMB. Este año, tras su última victoria, el púgil de 33 años recibió la grata noticia de la Federación de tener la posibilidad de retar al campeón, el mencionado Peterson. Este posible duelo de unificación con García, sumado a que King Pete ya lo eludió el fin de semana pasado, en el que enfrentó a Edgar Santana, no hace más que confirmar lo que todos sabemos: los títeres penden de los hilos verdes teñidos del color del dólar.

Matthysse ya se dio el lujo de ganarle a Lamont, pero el título que hoy ostenta no estaba en juego. Aún así, Lucas sigue siendo el mejor preclasificado en la FIB, detrás de Cuenca, esperando también una chance mundialista en esta entidad. Además, La Máquina es el 1° del ránking de la Organización, donde Chris Algieri es el monarca, aunque en noviembre enfrentará a Manny Pacquiao por el título wélter. Se desconoce qué ocurrirá tras el choque ante el filipino en China.

Entonces, toda esta información recolectada, asimilada y procesada, me hace preguntar, ¿tendremos la chance de ver a nuestros mejores exponentes batiéndose por un título del mundo? Ojala así sea. Que, al menos esta vez, los billetes miren hacia otro lado para que disfrutemos de compromisos que se decantan por méritos de nuestros coterráneos.