domingo, 27 de julio de 2014

El rey del KO: Golovkin derrotó sin problemas a Geale en el 3er asalto


El invicto campeón kazajo, Gennady Gennadievich Golovkin, brindó otra exhibición de poder, contundencia y KO. El asiático entró decidido, como siempre, al cuadrilátero y venció por la vía del KO técnico al australiano Daniel Geale en el round número 3. Como siempre que termina un combate de GGG, se presenta el interrogante, ¿quién sigue?

A diferencia de sus últimas dos presentaciones -Curtis Stevens y Osumanu Adama- Golovkin no le concedió a su rival rounds “para el espectáculo”. Es que contra los citados, Gennady había extendido sus combates hasta el 8vo y 7mo asalto, respectivamente, solo para que la gente vea un poco más de boxeo, y cuando creyó la fiesta terminada, llevó acabo su faena asesina. Esta vez no. El kazajo desde la campana inicial buscó el KO. En el primer round, GGG manejó los hilos de la contienda a partir del ritmo de su jab izquierdo. Normalmente este golpe es para marcar distancia, mantener al rival en la zona de confort. Pero el jab izquierdo de Golovkin cuenta con la virtud de todos sus golpes: efectividad y potencia. Pese que Geale se brindó para ver una pelea de muchos golpes, su estrategia no resultó. Ya en la primera vuelta, su ceja derecha se vio en problemas, herida por los golpes del asiático.

La movilidad de Geale es un poco extraña, poco vistosa, poco ortodoxa. Pese a contar con estas características, resultaba ser un movimiento continuo para no convertirse en un blanco fijo. Golovkin, no obstante, acecha a su presa con la paciencia de un cazador. Mide, estudia, apunta y golpea. Así, en el 2do round, dos derechas en cross visitaron el mentón del oceánico haciéndolo perder la estabilidad, pese a que el cese de firmeza de sus piernas, ocurrió unos segundos después. Rápidamente de pie, el australiano pudo sobrevivir al segundo asalto.


El tercero sería el definitivo. Cuando Golovkin se decide a tirar su derecha, y tú eres el rival, estás en peligro. Geale hizo ademanes como para demostrar que los últimos 2 rounds, sobretodo el anterior en donde había comprobado la plasticidad del suelo, no iban a declinar su espíritu. En un buen movimiento de cintura, Geale encontró el rostro de Golovkin libre, ausente de guardia y allí, su golpe en cross de derecha, el mejor de la noche, impactó de lleno. La historia resultó ser distinta a la que podría suponer. La quijada de titanio del asiático, absorbió el golpe. Sus ojos inyectados de sangre no se cerraron y detectaron la cabeza del australiano. Su gancho de derecha, lanzado desprovisto de la firmeza que ofrece tener la pierna izquierda por delante de la derecha, de todas formas, fue en la búsqueda del golpe final. Y lo consiguió. Para sorpresa de Geale, su mejor golpe antecedió al mejor de su rival. Y su mentón no está conformado por el material sólido que poseen los huesos de Golovkin. Resultado de la historia, caída, mareo, salida de copas. Geale se levantó, perdió la estabilidad, se inclinó contra el ensogado, el referí contaba los segundos pero el gesto de Geale fue claro: “no”. No dio para más. Golovkin consiguió un nuevo KO, el número 27 sobre 30 victorias en 30 presentaciones: 90% de triunfos  por la vía de cloroformo.

Como siempre, y anticipaba en el inicio de la nota, la pregunta es ¿y ahora quién? Ante los micrófonos de HBO, Gennady lo dejó en claro: Miguel Cotto: “Estoy listo, si quieren un buen espectáculo, que me llamen”. Seguro que lo ofrecería, pero temo que esto no suceda. Para lamento de Golovkin, y nosotros, los aficionados, sus virtudes lo convierten en el hombre más temido de todas las categorías. Canelo Álvarez, Andre Ward, Miguel Cotto, Carl Froch, Julio César Chávez Jr. Todos nombres que sería hermoso ver en la misma cartelera con el kazajo. Ojala Golovkin tenga esa suerte, y nosotros también.

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