Dentro de las posibilidades que ofrece un deporte tan hermoso como lo es el boxeo, está la de ver sobre el ring a pugilistas con características de combate totalmente diferentes en su estilo, lo que personalmente me resulta más interesante a la hora de disfrutar una velada de box. Básicamente nos podemos encontrar con un pegador o con un estilista, pero dentro de las 2 variedades hay por supuesto diferentes matices. Si dibujáramos una línea recta sobre el boxeo los 2 puntos más alejados serían el estilo mexicano y la técnica cubana.
El estilo mexicano tiene que ver más que nada con una cuestión cultural, en una sociedad machista donde la figura del "macho", precisamente, se identifica con la guapeza, la bravura, y los cojones bien puestos. El resultado sobre el cuadrilátero es un luchador que suele tomar la iniciativa en el combate, es el que va a buscar al oponente y el que quiere lastimar. La forma de entrar generalmente es frontal y arrojan muchos golpes, prioriza la cantidad en detrimento de la precisión, y los golpes fuertes en lugar de los técnicos. Por supuesto que el mexicano exige una gran resistencia para los golpes, ya que no suelen tener buena defensa (movimientos corporales evasivos) ni una guardia de brazos impenetrable, los golpes se bancan con la misma quijada. De hecho los boxeadores más defensivos, que suelen caminar el ring para marear al oponente por un lado y buscar su punto débil por el otro son mal vistos por el público mexicano, ya que "se la pasan corriendo" y es sinónimo de huir del combate, del compromiso de los puños, y eso por supuesto no es de hombre. El boxeador mexicano no huye, resiste y lucha.
Como repasamos anteriormente en otro artículo de Todo Boxeo, la edad de oro del box en Cuba comenzó luego de la Revolución Cubana de 1959 con la fundación posterior de la Escuela Cubana de Boxeo en 1961. Junto con ella, el estado abolió el profesionalismo en prácticas deportivas, esto influyó profundamente el desarrollo de este deporte en la isla caribeña. En primer lugar, la Escuela estaba dirigida principalmente a formar campeones olímpicos, lo que efectivamente logró, y en segundo lugar sacar a los jóvenes de la calle y educarlos físicamente.
Como decía antes, el hecho de que el boxeo sea estrictamente aficionado los llevó a formar luchadores de golpes precisos, ya que el jurado de las peleas amateur prioriza la cantidad de golpes limpios sobre el adversario y allí tenemos nuestra primera diferencia con el estilo mexicano.
En la Esculea Cubana se fusionaron la disciplina de trabajo de los profesores europeos con la velocidad de los combatientes caribeños. El resultado es un boxeador muy rápido y muy técnico, con mucho resto físico, que es exageradamente preciso a la hora de conectar golpes, vistoso para los jueces a la hora de puntuar, pero que también tiene la capacidad de buscar el nocaut metiendo los mejores golpes al rostro. A diferencia de los mexicanos, los cubanos son escurridizos, persiguen los flancos del adversario pero sin la necesidad de acorralarlos contra las esquinas. Prefieren pocos golpes pero buenos impactos, lo que sirve también para no gastar aire en vano.
Pelea amateur en los suburbios cubanos |
Por supuesto que planteamos este análisis de cara al combate de este sábado 12 de julio que calculo va a ser tan intenso como interesante, ya que Saúl Álvarez y Erislandy Lara son dos de los mejores boxeadores que se pueden ver hoy por hoy y ambos están en su mejor nivel. Aclaro solamente que el Canelo no es un boxeador de tradición mexicana pura, ya que suele tener argumentos más variados que la mayoría de sus compatriotas, tanto en los golpes como en los movimientos de pies. En frente tendrá a quien lo supera notoriamente en recursos y velocidad pero nada está dicho hasta que hablen los guantes.
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