El próximo sábado por la noche, en el MGM Grand de Las Vegas, se verán las caras Saúl Álvarez y Erislandy Lara. Fieles exponentes de los estilos de sus países, el mexicano y el cubano propondrán una pelea de la que es más que difícil prever un ganador. Ambos llegan de racha a un duelo que comenzó en marzo con el cruce de palabras en la rueda de prensa que dio Canelo tras derrotar a Alfredo Angulo.
Canelo estaba frente a los micrófonos y las cámaras, dejaba sus sensaciones del knockout técnico con el que derrotó al Perro Angulo, agradecía al público por el apoyo. Ciertamente, el azteca tiene una carrera de ensueño para alguien de 23 años y la afición mexicana lo sabe, por eso lo acompaña siempre, por eso es un gran atractivo para las promotoras y por eso también tuvo la chance -quizás apresurada- de medirse con Floyd Mayweather Jr. En plena rueda de prensa, Lara lo interrumpió e increpó. El cubano se subió al estrado y comenzó a hablar.
Álvarez ni se inmutó. Por el contrario, le cedió el micrófono a Erislandy para que todos pudieran escucharlo con claridad. El Oro de Guantánamo, directo como sus golpes, exigió ser su próximo rival. Canelo, cansado tras la buena performance que había realizado unos pocos minutos antes, mantuvo la calma y le preguntó a los periodistas si deseaban ver tal enfrentamiento. El mexicano lo tomó como un juego, pero no obvió la falta de respeto que implicó la irrupción de Lara. El fastidio se veía en su rostro. Se había quedado con ganas de más arriba del cuadrilátero, pues Tony Weeks frenó en el décimo asalto el castigo que recibía Angulo, y además debió soportar la insolencia del isleño.
Al mes siguiente, se confirmó el combate. Lara, que recibió sin combatir el título mundial superwélter de la Asociación Mundial de Boxeo, iba a poner en disputa la corona ante Ishe Smith. Sin embargo, suspendió tal pelea y aceptó el reto del mexicano, aunque en la presentación del próximo sábado no expondrá el cinturón. Canelo, como asegura en el All Access que ya recorre el mundo a través de YouTube, se inclinó en su decisión por lo ocurrido aquella noche en Las Vegas, en el mismo escenario donde enfrentará al cubano, el MGM Grand.
Como en cada combate estelar y mediático, las palabras, los rumores y las amenazas se terminarán sobre el cuadrilátero cuando suene la campana. Allí, Álvarez y Lara deberán hablar con los puños. El oriundo de Jalisco seguramente tendrá la iniciativa. Ya no tan calmo como la noche del 8 de marzo último, intentará acortar la distancia ante un rival cinco centímetros más alto, de brazos más largos y más veloz. Para hacerse del triunfo, que sería el número 44 de su carrera profesional, Canelo deberá explotar su potencia en el cuerpo a cuerpo y la posibilidad que tiene de superar la defensa ajena con el poder de sus golpes frontales.
Por su parte, Lara, que es ocho años más grande que el mexicano y ya superó la barrera de los 30, aguardará agazapado la oportunidad de lanzar su buen abanico de ataques y combinaciones. El cubano, algo más técnico que su rival y sin dudas de mayor movilidad, tendrá que capitalizar su largo alcance y utilizar provechosamente las fintas si quiere estirar su récord (19-1-2, 12 KO). Lo más probable es que The American Dream no busque la victoria por la vía rápida, pues si bien su jab izquierdo tiene una fuerza arrolladora y su guardia de zurdo es difícil de leer, la quijada de Álvarez es un obstáculo que nadie ha podido sortear hasta ahora, ni siquiera el mismísimo Money Mayweather.
Será un choque de estilos. La potencia arrolladora de un joven mexicano contra la velocidad y técnica de un cubano con estado físico encomiable. Aún sin título mundial en juego, la pelea es de gran atractivo para las empresas de televisión y para todos los fanáticos del deporte. Para dificultar más el análisis previo, hasta sus últimas conquistas coinciden: Angulo y Trout cayeron ante azteca e isleño. Uno y otro han hablado fuera del ring. El sábado por la noche, en la ciudad meca de este deporte, el espacio entre las sogas será el único en el que Canelo y Lara puedan defender lo dicho.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario